¿Tu hijo está en la adolescencia? Te ayudamos a entenderlo
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¿Tu hijo está en la adolescencia? Te ayudamos a entenderlo

Tener un diálogo sano con un hijo que pasa por la adolescencia, puede ser algo difícil para ti. Los jóvenes no sólo experimentan cambios en su cuerpo, sino también en su forma de pensar, lo que puede llegar a complicar la dinámica familiar. 

Hay que entender que este cambio en su pensamiento es algo natural y que mientras más apoyo exista hacia él, más sencillo será atravesar esta etapa decisiva para su formación. Aunque la cercanía es un factor clave, debes tener cuidado de no saturar a los hijos con sermones o discusiones que no lleven a ningún lado. Lo más importante es el ejemplo que des como padre, el apoyo que les brindes y los límites que pongas en casa.

 

A continuación, te damos algunos tips para mejorar un vínculo fuerte con tus hijos adolescentes y sobrellevar esta etapa de manera más sana y estable. 

 

1. Respeta su propia identidad

Un problema muy común es el querer que tus hijos sean como tú eras a su edad. Es necesario entender que vivimos en un mundo diferente y en una época muy distinta. El aceptar a nuestros hijos, sus gustos, defectos y virtudes, tal y como son, ayudará a que se sientan queridos,  y esto les ayudará a incrementar su autoestima.

2. Dale su espacio

Es normal que al ser una etapa llena de tentaciones, cambios y decisiones importantes que tomar, queramos supervisar y hasta cierto punto controlar las acciones de nuestros hijos. Sin embargo, tienes que entender que tu papel debe ser más de acompañamiento y de establecer límites, haciendo a nuestros hijos responsables de sus actos, pero respetando su libertad.

 

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3. Establece límites

Un adolescente que comienza a vivir experiencias diferentes quiere salir al mundo y conocer todo lo que hay. Es por eso que nosotros como padres, debemos de trazar líneas que permitan que nuestros hijos se vuelvan más independientes, sin que pongan en riesgo a otros y a su persona o tengan que enfrentar consecuencias más grandes de las que pueden hacerse responsables.

 

Los límites y las normas generan pequeñas frustraciones, necesarias para enseñarles que para obtener lo que quieren tienen que alinearse a las normas y trabajar por ello. Si un joven no aprende a tolerar las frustraciones, no sabrá nunca sobreponerse a ellas.

4. Procura interesarte en lo que le gusta

No se trata de inscribirte al mismo gimnasio, conocer a todos los equipos de la liga de fútbol, o querer acompañarlo en todas sus actividades; pero tómate el tiempo para saber un poco de las cosas que le interesan a tu hijo. Ya sea música, deportes, cine,  sus clases de pintura o cualquier tema que le apasione, poder platicar con él acerca de esos temas puede crear un vínculo más fuerte.

5. Conversen con amor

Antes de que surja un conflicto, intenta comenzar un diálogo que le haga entender a tu hijo, tu punto de vista y tu posición como padre. No se trata sólo de ser estricto y firme ante una decisión, mejor intenta explicarte y llegar a un acuerdo con él. La comprensión mutua es un aspecto clave en esta etapa.

 

Sé directo, concreto y firme ante las decisiones tomadas, siempre y cuando mantengas la calma, dará mejores resultados. En la discusión no hay espacio para el amor, sin embargo, si tienes la calma, la paciencia y el amor necesario para acompañar a tu hijo en esta etapa donde se está descubriendo, entonces será más llevadera esta transición. 

6. Escúchalos

Un síntoma común de todos los adolescentes es que no se sienten escuchados. Es muy importante que procures ser un padre receptivo, porque aunque no parezca, un joven le entrega su confianza a quien cree que verdaderamente lo escucha y entiende. Esto no quiere decir que siempre le des la razón, pero no desgastes tu vínculo con él, tratando de demostrar por qué tienes la razón. Si lo entiendes será más fácil.

 

En Álamos sabemos que otro factor determinante para lograr que nuestros jóvenes mantengan un camino recto y virtuoso es la cercanía que exista entre el colegio y ustedes como familia, ya que podrán trabajar juntos por el bienestar y equilibrio de tus hijos.

 

Para lograrlo, en el Colegio Álamos tenemos un modelo de preceptorías que es un acompañamiento que damos a las familias del colegio para dar seguimiento al crecimiento académicos y personal de nuestros niños y jóvenes.  

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